lunes, 6 de junio de 2016

La nueva educación: Método Montessori llevado a la práctica en casa




El método Montessori , creado por Maria Montessori, a pesar de haber sido escrito en 1912, actualmente está creando una revolución en la forma de educar a nuestros hijos. El objetivo de este método es que cada niño desarrolle interés por aprender sin necesidad de ser obligado. Este matiz convierte a este método pedagógico como la forma más novedosa y alternativa que poco a poco se está ganando el espacio de muchos hogares con hijos.

 El método Montessori se basa en cuatro principios fundamentales que podemos llevar a la práctica diaria con nuestros hijos, motivándolos a aprender con gusto:

-La libertad: Pero la libertad no quiere decir movimiento desordenado, sino la  elección de estímulos útiles por el propio niño.

Como padres debemos  fomentar la independencia de nuestros hijos, para ello debemos adaptar nuestra casa para lograr que adquieran habilidades que le ayudarán a conseguir esa autonomía. Debemos de ofrecerle oportunidades de elegir, pensar, actuar. Teniendo en cuenta que debemos hacerlo sin obligación ni dominación, sino basado en la libertad.

- El ambiente:  Las escuelas Montessori se llaman Casas de niños, constan de habitaciones jardín cultivable en parcelas y con animales domésticos a cuyo cuidado da mucha importancia, (el perro, el gato, las gallinas, los conejos, etc . Podemos crear un ambiente como indica la filosofía Montessori basándonos en la estética, el orden, el interés. En el ambiente es recomendable que los padres fomenten la autonomía como anteriormente hemos comentado, esto quiere decir, dejar al niño participar en la cocina, limpieza. Dejándolo concentrarse en su actividad sin ser interrumpido, es decir dejándolo hacer a su propio ritmo.
 


 

Por otro lado, Montessori descubrió que los niños pasan por “periodos sensibles”, que son fases de interés y curiosidad. Durante estas etapas los niños son muy  receptivos a ciertos estímulos externos. La autora recomienda acondicionar la casa para aprovechar estas fases para la introducción de materiales y actividades, permitiéndole al niño aprender sin apenas esfuerzo y simplemente por curiosidad. Por ejemplo, los niños durante los primeros tres años tienen tendencia por el orden, podemos apoyar este interés manteniendo un lugar para cada cosa. Es aconsejable tener cestos y estanterías a su altura. Esto les hará participar de forma activa en ordenar y recoger los materiales tras su uso.

Otra técnica Montessori, que en muchas ocasiones es trasladada a casa sin necesidad de esfuerzo alguno, es mantener convivencia con grupos de niños de diferentes edades. Dando lugar a agrupaciones así, los niños siguen si propio ritmo de aprendizaje, con la ventaja de que los pequeños imitan a los mayores, facilitando su ritmo de formación.

-El material didáctico:  Uso de materiales sensoriales usados en el método Montessori ayudan al niño a aprender conceptos a través de los sentidos, tales como el color, textura, forma, peso, sonido. Además con muchos de estos materiales también se trabaja el vocabulario.

Otra característica es que casi todo el equipo es autocorrectivo, de manera que ninguna tarea puede completarse incorrectamente sin que el niño se dé cuenta de ello por sí mismo. Una tarea realizada incorrectamente encontrará espacios vacíos o piezas que le sobren. También es necesario materiales de la vida práctica pero de su tamaño, que reflejen el trabajo que se hace en la casa (como barrer, poner la mesa, cuidar el jardín, limpieza y cuidado de animales). Permite al niño imitar las actividades de los adultos que le rodean. Todos estos materiales le brindarán al niño periodos de concentración, pensamiento lógico, psicomotricidad fina y gruesa, independencia, buena autoestima realizando tareas por si mismo y cuidado de uno mismo, de los otros y del medio ambiente.

Conforme los niños van creciendo van adquiriendo nuevos intereses. Para mostrar atención a la lectura, escrtura, ciencias es necesario que observen interés también por parte de los adultos de la casa. Date cuenta, que según este método, el adulto es una guía del niño.

 

-El silencio: Para la autora es el principio más difícil de conseguir para las madres. El silencio permite la acumulación de energía interior. Este breve esfuerzo de soledad, concentración y aislamiento lo da esta pauta, uno de los más curiosos ejercicios en el Método Montessori.          A partir de los 2-3 años se puede realizar el “juego del silencio”, con un grupo de niños o con uno solo. Les pedimos que guarden silencio, podemos marcar el inicio y fin del tiempo con algún instrumento musical, encendiendo y apagando una vela o con un reloj de arena. Se puede empezar por periodos de silencio de 30 segundos, aumentándolos conforme el niño aguante más tiempo. Se pretende mejorar la concentración, responsabilidad, autocontrol y trabajo en equipo.

 

Los niños esta llenos de posibilidades, pero quienes se encargan de mostrar el camino que permita su desarrollo son los padres, que podemos sin reglas ni obligaciones hacer que nuestros hijos desarrollen una mente organizada.

 
 

«Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia»

María Montessori

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